¡Qué locuras estamos viendo en todos los aspectos del desarrollo tecnológico!se encuentran por toda la red distintas opiniones y predicciones sobre el futuro del trabajo en el mercado laboral. Que si la automatización generará o no nuevos empleos, qué tipos de empleos, cuántos, entre otras cosas.
No puedo evitar cuestionar la premisa de que la llegada de la automatización, la inteligencia artificial y la robótica suponga necesariamente una mejora en nuestro mercado laboral. Si bien es cierto que la creación de nuevos empleos y la especialización en áreas de tecnología y energías renovables pueden generar oportunidades, también es crucial analizar el impacto que tendrá esta revolución en la calidad de vida y en las relaciones humanas.

Y aquí está lo loco!
En una era donde la flexibilidad y la adaptabilidad son esenciales, corremos el riesgo de olvidar que somos seres humanos, no máquinas. La obsesión por mejorar la eficiencia y la productividad puede llevarnos a un entorno laboral en el que la conexión emocional y el sentido de pertenencia se vean seriamente comprometidos.
¿Ustedes creen que se puede trabajar, empatizar y conectar con los demás de manera genuina en el metaverso? Se puede sustituir la interacción humana real? El Home Office es lo más cómodo del mundo, a mi me encanta y me considero incluso promotor de este modelo, sin embargo, de unos meses a la fecha, he escuchado a varios conocidos comentar que estarían dispuestos a regresar a las oficinas en forma híbrida solo por el contacto humano del ambiente laboral. Yo mismo acabo de ver a mis socios después de dos meses y medio de vivir en CDMX (ellos viven en MTY) y verlos, trabajar hombro a hombro de nuevo con ellos genera una vibra muy positiva.
Además creo que la automatización y la digitalización, aunque pueden ser valiosas herramientas en la búsqueda de la eficiencia y la competitividad, también pueden crear una brecha cada vez mayor entre aquellos que dominan las habilidades tecnológicas y aquellos que no lo hacen. Esto puede dar lugar a un escenario en el que la desigualdad se profundice y aquellos trabajadores que no puedan adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral quedan excluidos.
¿Con qué me quedo? Creo que es fundamental replantearse la forma en que abordamos la revolución industrial 4.0 y su impacto en el mercado laboral. Debemos recordar que somos seres humanos y que nuestra prioridad debe ser garantizar el bienestar y la calidad de vida de todos los trabajadores, en lugar de centrarnos únicamente en la eficiencia y la productividad. La clave estará en encontrar un equilibrio que nos permita aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías sin sacrificar nuestra humanidad en el proceso.
¿Ustedes qué opinan?
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